Seguro: las motocicletas, objeto de deseo |
Hace unos pocos años asegurar una motocicleta era una misión cuasi imposible, porque prácticamente ninguna compañía quería cubrir ese tipo de riesgos y cuando lo hacía era por compromiso en la mayoría de las ocasiones, ya que el cliente tenía uno o más seguro con la entidad y, además, en ese caso los precios solían ser demasiado altos. Hasta tal punto eran caros este tipo de seguros que llegaron a comprometer la supervivencia del propio sector de las motos por la dificultad para asegurar estos vehículos. Parece un poco exagerado, pero si las compañías no aceptaban clientes, éstos no podían comprar motos, lo que repercutía negativamente no solo en los fabricantes, sino también en los concesionarios de venta, en los talleres de reparación y en la industria auxiliar. Y es que las motos, incluyendo en este concepto las motocicletas, los ciclomotores, los scúters y ahora también los quads, para poder circular tienen que contar con su correspondiente "seguro obligatorio de automóviles", el mismo exactamente que el de los coches. De todas maneras al final quedaba siempre el recurso del Consorcio de Compensación de Seguros, ya que por tratarse de un seguro obligatorio, si el cliente no encontraba una compañía que cubriese el riesgo lo hacía este organismo. Desde luego el precio también era elevado, pero al menos se podía contratar una póliza. Para ello bastaba que al menos dos aseguradoras se negasen a cubrir dicho riesgo. Actualmente la situación es completamente diferente. Ha aumentado exponencialmente el número de entidades que aceptan seguros de motos, y son las propias compañías las que compiten entre sí para captar clientes. Esta fuerte competencia actual, además de la facilidad para encontrar cobertura, ha tenido dos efectos beneficiosos para los clientes. Por una parte, se han abaratado sensiblemente los precios, que anteriormente eran muy elevados. Y, por otra, también hay más diversidad de productos para asegurar estos vehículos, ya que las compañías tratan de darle su toque personal, de marcar la diferencia para así atraer a los posibles clientes. Estamos hablando de un mercado de más de cinco millones de vehículos asegurados. Concretamente, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) a 31 de diciembre de 2009 el parque total de vehículos en España estaba formado por 32.795.334 vehículos, de los que 2.606.674 eran motocicletas, que representaban un 7,95% del parque y 2.352.205 ciclomotores, el 7,17% del parque. En total 4,96 millones de motos, que suponen más del 14% del parque nacional. Se trata pues de un nicho de seguros lo suficientemente importante como para despertar el interés de las aseguradoras. Y más en un sector, como el del automóvil, en el que la competencia es feroz, en el que hay compañías monoproducto o muy especializadas en él y que, para colmo, lleva varios años inmerso en una guerra de precios. Todo este cambio de tendencia se produjo con la entrada en vigor de la normativa que permite la conducción de motos de hasta 125 centímetros cúbicos y 11 kw de potencia con más de 3 años de experiencia con carnet B. En ese momento se dispararon las ventas de motos y el mundo del seguro vio ahí un nuevo filón de negocio. La evolución del parque de motos ha sido espectacular a partir de 2004. Hasta ese año se producían discretos aumentos anuales, o incluso algún retroceso, como ocurrió precisamente en 2003, con 3.790 vehículos menos que el año anterior según datos de la propia DGT. En 1994 el parque era de 1.287.850 motos y de 1.513.526 en 2003, lo que supone un crecimiento que no llega al 15% (225.676 unidades) en esos diez años. Pero a partir de 2004 las ventas se disparan y el parque de vehículos de dos ruedas aumenta en más de 100.000 vehículos cada año. Concretamente, de los 1.513.526 vehículos de 2003 pasó a 2.606.674 en 2009, lo que significa un crecimiento superior al 72% en siete años. Estos datos se refieren única y exclusivamente a motocicletas, ya que los ciclomotores son "despreciados" en muchas ocasiones y, por tanto, se ven excluidos de estadísticas y estudios, pero no hay que olvidar que actualmente se trata de cerca de 2,5 millones de vehículos que necesitan su propio seguro y eso supone un buen pellizco para el sector. El seguro obligatorio solo cubre los daños materiales y personales que ocasione el vehículo y su precio depende única y exclusivamente de la cilindrada de la moto, sin distinción de edad o experiencia. Según los "moteros", en la práctica es difícil encontrar una aseguradora que venda el seguro obligatorio de forma aislada, por lo que se puede recurrir al Consorcio de Compensación de Seguros para contratar esta cobertura. La mayoría de las compañías, lógicamente, tratan de vender su propio producto, el denominado comúnmente "seguro a terceros" en el que suelen incluir, además del propio seguro obligatorio, otras coberturas tales como responsabilidad civil voluntaria, para ampliar la cobertura por daños personales y materiales del obligatorio; reclamación de daños; asistencia en viajes, etc. Algunas aseguradoras también ofrecen, como en automóviles, el seguro a "todo riesgo" pero su precio se dispara. Por todo esto, no es extraño que el sector asegurador se preocupe por el mundo de las "dos ruedas" y, concretamente este año, distintas compañías hayan realizado diferentes estudios sobre el mismo. Unespa, la patronal del sector, presentó el pasado mes de mayo, junto a su "Memoria Social del Seguro", un estudio específico sobre los vehículos de dos ruedas y su siniestralidad, llegando a la conclusión de que el perfil del motero es un "varón, de entre 30 y 40 años y con un vehículo del entorno de los 400 centímetros cúbicos". Según el estudio de Unespa, "el 30% de los vehículos de dos ruedas existentes en el parque asegurado español son ciclomotores, correspondiendo el 70% restante a escúteres y motocicletas". Si se tiene en cuenta que según la DGT en 2009 había, como se ha señalado anteriormente 2,60 millones de motocicletas y 2,35 millones de ciclomotores en buena lógica tendrían que estar asegurados en una proporción similar, pero al estar en la proporción de 70-30 según la patronal lo que indica que una buena parte de los ciclomotores no están asegurados. También según el mismo estudio, uno de cada cinco conductores de ciclomotores son mujeres, pero en este caso se refiere naturalmente a los vehículos que sí están asegurados. Cataluña y Andalucía son las CC.AA. donde se produce una mayor utilización de los vehículos de dos ruedas, pero tratándose de seguros, una de las partes más significativas del estudio es la referente a siniestralidad. Así, la población donde se producen los accidentes menos frecuentemente es Castellón, seguida por Cintruéñigo (Navarra) y Utiel (Valencia). Y en relación a su gravedad, los siniestros menos graves se producen, por este orden, en la localidad almeriense de Vera, seguida por Illescas (Toledo) y Monzón (Huesca). Por el contrario, la frecuencia de siniestralidad es superior es la ciudad autónoma de Melilla, en la cual los accidentes graves provocados por vehículos de dos ruedas son el triple de frecuentes que en el conjunto de España. Le siguen Las Palmas y Pontevedra, provincias en las que estos siniestros son 1,6 veces más frecuentes. Cáceres, Lérida y Segovia son las provincias en las que los accidentes de moto tienen una mayor gravedad y duplican la media nacional. También Mapfre, la primera aseguradora española, ha realizado su estudio sobre las motos, aunque en este caso centrado en las mujeres "moteras" que, aunque son minoría su número aumenta cada año. Concretamente en la cartera de Mapfre, que tiene en España cerca de 700.000 motos aseguradas lo que representa una cuota de mercado próxima al 13%, las mujeres representan más del 7% de los clientes con seguro para vehículos de dos ruedas. Mutua Madrileña, a través de su Fundación, ha realizado un estudio de siniestralidad vial en las motocicletas, según el cual las motocicletas sufren menos accidentes que los coches, aunque en promedio los accidentes de estos últimos son de menor gravedad. El estudio, que no tiene en cuenta los ciclomotores, señala que "un 8% de los conductores de moto se ven implicados al menos en un accidente al año con otro vehículo, mientras que esta cifra asciende a más de un 19% en el caso de los turismos". También destaca que en el 72% de los accidentes de moto se producen heridos, mientras que en los coches esta cifra es del 11,5%. |
El 46% de los detenidos por delitos de Tráfico y Seguridad Vial, menores de 35 años |
El 46 por ciento de los conductores que han sido condenados por infringir las normas de seguridad vial desde la reforma del Código Penal de diciembre de 2007 hasta diciembre de 2010 son menores de 35 años, según un estudio elaborado por la Universidad Internacional Valenciana (VIU). En este periodo se han dictado más de 275.000 condenas por delitos contra la seguridad vial, de las que un 60 por ciento ha sido por conducir bajo los efectos del alcohol o drogas y un 37 por ciento por conducir sin permiso. Del resto, un 1,7 por ciento ha tenido como causa la conducción temeraria, un 1 por ciento la velocidad excesiva y un 0,2 se ha debido a una conducción con desprecio manifiesto a la vida. De los condenados por conducir bajo la influencia del alcohol, el 66 por ciento es menor de 45 años, mientras que el 53 por ciento de los condenados por exceso de velocidad tiene también menos de 45 años, y es menor de 35 años el 66 por ciento de los condenados por conducir sin carné. Este estudio ha valorado la función del permiso por puntos por su "carácter punitivo y dimensión reeducadora" y ha contabilizado que, desde su entrada en vigor desde 2006, unos 108.000 conductores perdieron su permiso de conducir por la retirada de todos sus puntos, de los que 80.000 acudieron a cursos de recuperación. En este mismo periodo, se han registrado más de cuatro millones de conductores sancionados, de los que el 31 por ciento está entre los 25 y los 34 años, el 25 por ciento entre 35 y 44, el 18 por ciento entre 45 y 54; el 10 por ciento entre 55 y 64, y solo el 4 por ciento supera los 65 años. Ocho de cada diez conductores que son sancionados con pérdida de puntos son hombres, según el informe, que añade que de los cuatro millones de sanciones firmes, un 48 por ciento son por exceso de velocidad, mientras que conducir sin cinturón, circular bajo la influencia del alcohol y usar el móvil representan el 33 por ciento de las infracciones sancionadas. El estudio propone una reforma de la legislación que suponga un endurecimiento de las penas, nuevas figuras penales y la posibilidad de imponer trabajos en beneficio de la comunidad para disuadir a los conductores que comprometan la seguridad de los demás |
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Campaña Institucional: Un equipo de profesionales
A partir de un estudio de mercado realizado en el 2007, observamos una serie de indicadores donde se destacaban, entre otras cosas, que:
· Después de los familiares y amigos, a quien más confianza se le tiene para hablar de seguros aes al asesor, toda vez que él comprueba que es profesional (confiable, explica y ofrece algo atractivo, da servicio y rápido)
· Prácticamente un 47% le otorga valor al agente de seguros
Lo anterior disparó el lanzamiento de una campaña, enfatizando la importancia del Agente Profesional de Seguros (APS), planteándose los siguientes propósitos:
• “Crear una corriente de pensamiento al interior de la Industria de Seguros que RECONOZCA y PROMUEVA la figura del APS(*), como un ALIADO ESTRATEGICO de la misma en el desarrollo del mercado, como un EMPRESARIO que ejerce su actividad en “sociedad” con las Compañías y que es el factor de equilibrio entre ésta y la clientela.
• Creada esta corriente de pensamiento, se tendrán las bases para impulsar las
ventajas competitivas del APS ante el mercado”
Los primeros conceptos e ideas clave para respaldar a la fuerza de ventas se expresaron en principio con las siguientes frases:
- Nosotros lo conocemos… y lo conocemos bien
- El que sabe, ¡sabe!… y se nota
- ¿Lo conoces? Nosotros sí
La campaña se desarrolló en distintos medios y oportunidades hasta la fecha, con resultados satisfactorios.
El 2011: ¡Todos somos el sector!
Habiéndonos sensibilizado sobre el quehacer de los APS’s como piedra angular y factor indispensable para el crecimiento económico y desarrollo del sector asegurador, determinamos realizar una segunda etapa englobando a todos los participantes de la industria, en este reconocimiento de su labor, de modo que incluyéramos no solo los Asesores Profesionales de Seguros, es decir, agentes, aperturistas, ejecutivos bancarios, sino todo el personal que labora dentro de una empresa de seguros, los colaboradores que día con día, participamos como aliados estratégicos, donde nuestra labor es fundamental para el progreso del sector asegurador.
Para ello, generamos una estrategia que compara el valor de diferentes profesionales en general con los integrantes del sector, agentes, ejecutivos y colaboradores de las compañías:
Con ese concepto rector, logramos definir una fraseología con un enfoque poderoso y afortunado ya que transmite con claridad tanto el profesionalismo como la vocación del sector:
Al llevar lo anterior a las aplicaciones gráficas, obtuvimos un resultado realmente amigable y sugestivo. Como muestra de ellas, ilustramos las correspondientes a seguros relacionados con la salud.
A. Respecto de los agentes decimos…
B. …en cuanto de los Ejecutivos Financieros apuntamos…
C. … y conjuntando a todos, reafirmamos
Esta etapa constituye un soporte sólido a la imagen y el respeto profesional que nos atribuimos como sector, ya que nos coloca como una agrupación que, aún cuando despliega una sana competencia entre si –lo que termina beneficiando a los asegurados, deja en claro que los resultados se obtienen gracias a la participación de todas las especialidades y áreas que conformamos a la industria aseguradora.